El guión y
dirección de este film argentino de 2 horas justas de duración corren a cargo
del cineasta rosarino Rodrigo Grande. No confundir con un documental sobre la
banda terrorista ETA de 2011 con el mismo título. Para contar este argumento,
se hace con los servicios de actores como Leonardo Sbaraglia, Pablo Echarri,
Federico Luppi, Walter Donado y los españoles Clara Lago y Javier Godino.
Un
informático en silla de ruedas convive con su apenado perro en una gran casa
bastante descuidada. Un día llegan por sorpresa una joven inquilina y su hija para
ocupar unas habitaciones que se habían ofertado en alquiler. El impedido dueño
acepta con recelo la oferta y comienzan a entablar una tímida relación de
compañeros de piso hasta que un suceso comienza a ocurrir en el sótano de la
casa, lugar de trabajo del protagonista.
Muy buena
historia y muy bien contada. Excepcional Sbaraglia interpretando su papel.
Chocante y poco acertado el acento argentino de Clara Lago teniendo en cuenta,
además, que hay un personaje y actor español que no posee ese deje. Exquisitamente
cuidados los tiempos, el audio y las transiciones de imágenes. En definitiva,
una película recomendable de ser vista, que pese a desarrollarse en ambientes
muy oscuros te mantiene intrigado y en tensión durante los 120 minutos.
NOTA: 9
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